El proyecto consiste en una pasarela sobre la autovía M-503 en Pozuelo de Alarcón, dentro de una senda ciclopeatonal del municipio.
El cruce se resuelve mediante una estructura atirantada de canto constante a la que se accede por unas rampas laterales en el estribo norte y se da continuidad en el estribo sur hasta la pasarela sobre la M-508, se proyecta con una longitud de 80,00 mts de luz en vano único.
La pasarela es muy esbelta con una relación canto/luz de 1/67. La anchura útil es de 4,50 m, que se divide en 2,25 m para ciclistas y 2,25 m para peatones, plataformas separadas físicamente por la viga central, lo que impide la interferencia de tráficos al cruzar la pasarela.
El tablero está sustentado por un pilono de acero inclinado sobre la horizontal con una altura superior a los 28,00 m desde la cota del tablero. Del pilono parten 13 parejas de tirantes para sustentar el tablero cada 4,75 m. La parte trasera el pilono está retenido mediante una única pareja de tirantes anclada a la cimentación.
Para garantizar la estabilidad del tablero y el anclaje del tirante de retenida, el tablero se prolonga en la parte trasera del pilono en lo que denominaremos la cola de la pasarela y que está semioculta en los muros de las rampas de acceso.
El gálibo mínimo de la pasarela sobre los carriles del enlace es de 5,50 mts. Siendo el carril de salida de la glorieta desde la M-503 el que condiciona la cota de la estructura.
La estructura de aparente sencillez exterior, es extremadamente compleja en su diseño y construcción, con infinidad de detalles estructurales y espesores de acero que han llegado hasta los 80 mm en algunas zonas.
El procedimiento constructivo de la pasarela atirantada se ha ejecutado sin necesidad de realizar ningún corte sobre la M-503. Una vez ejecutadas las cimentaciones y los estribos, se colocaron dos torres metálicas como apeos provisionales. Sobre ellas se montó el tablero en tres tramos que fueron soldados en obra. Tras ello se colocó la cola y el pilono metálico que se montó como una única pieza.
Posteriormente se enfilaron los tirantes y se siguió un protocolo de tesado de los 28 tirantes, empezando a tesar desde los tirantes más próximos al pilono. El tesado iba siendo controlado mediante unas bandas extensométricas colocadas en las barras y las instrucciones dadas por la Dirección de las Obras según las cargas finales obtenidas. Concluido el tesado y con el puente levantado de los apeos, se procedió a la retirada de las torres provisionales.