Esta pasarela se encuentra en el único Parque Arqueológico de la provincia de Toledo, dando acceso a una villa romana del siglo IV, con mosaicos originales muy bien conservados. La villa romana está separada del municipio de Carranque (Toledo) por el río Guadarrama.
Es la modernidad frente a la historia, el visitante de la villa romana accede a ella cruzando el río Guadarrama enmarcado en una doble fila de tirantes que lo transportan desde el siglo XXI al siglo IV. Una vez más está presente la idea del puente-puerta, de hito referencial.
La pasarela con una luz de 73,00 m tiene una anchura de plataforma de 4,00 metros en madera sobre rastreles que descansan sobre una losa aligerada de 70 cm de hormigón blanco.
La losa está sustentada por dos planos de tirantes con disposición en arpa. Los tirantes están anclados a dos pilonos metálicos exentos, sin arriostrar, con altura superior a los 35,00 m de altura. El tablero pasa limpiamente entre los fustes de los pilonos sin conexión directa entre éstos y el tablero.
Los tirantes son tesados absorbiendo la componente vertical de la carga permanente del tablero, equilibrando la descompensación horizontal de los mismos en el pilono mediante los tirantes de retenida, que se anclan a un muerto de hormigón que estabiliza y rigidiza la pasarela.
Como en la mayoría de los puentes diseñados en AIA se trabaja con la paleta de materiales: acero y hormigón.
El puente fue construido mediante cimbra convencional, hormigonado el tablero, enfilando tirantes y posteriormente realizando un primer tesado, levantando el tablero de la cimbra y posteriormente un retesado dejando cada tirante con la tensión proyectada.