El promotor, Antonio Poveda, un hombre de avanzada edad y lúcida inteligencia, decide promover una residencia de ancianos de primera calidad para posteriormente, de manera absolutamente altruista, donársela al Arzobispado de Toledo, con el fin de que sea destinada a las personas mayores más necesitadas.
El edificio se proyecta en un solar con una normativa muy restrictiva en cuanto al fondo edificable.
Por otro lado se pretende el aprovechamiento al máximo de capacidad de habitaciones residenciales.
El esquema de ordenación es absolutamente racional, organizándose las plantas de habitación en tres crujías, habitación _ circulaciones _ habitación, una planta de acceso en la que se ubican las zonas estanciales y comedor, y una planta semisótano donde se disponen las instalaciones y los elementos complementarios, tales como talleres, consultas de médico y enfermera, gimnasios de rehabilitación, etc.
Se presta especial atención al diseño de la capilla, con posibilidad de uso por los vecinos de la localidad.
Los materiales principales son la piedra travertino, el acero cortén y la madera.