El proyecto resuelve un pequeño edificio de viviendas sociales ubicado en el área de rodaderos del Casco Histórico de Toledo en su vertiente norte, promovido por la Empresa Municipal de la Vivienda.
El solar no existía como tal. Se trataba de una superficie con gran pendiente consecuencia de los vertidos de escombros a lo largo de los siglos desde las cotas más altas del Casco Histórico. La calle donde se ubica se llama Azacanes en recuerdo de los antiguos aguadores de Toledo que subían agua a la ciudad desde el río Tajo utilizando este antiguo camino hoy convertido en calle.
El edificio, organizado en tres niveles se alza por encima de las construcciones ubicadas enfrente captando tanto las vistas lejanas que ofrecen la Vega del Tajo y el Hospital de Tavera, como el sol por la fachada posterior abierta al sur donde se ubica el gran talud del rodadero.
El primer objetivo del proyecto era la «construcción» el solar, esto es, la estabilización del talud para la posterior excavación de la plataforma donde se había de ubicar el edificio. Éste se concibió estructuralmente como un “gran muro de contención” capaz de soportar la presión de las tierras vertidas no consolidadas de su parte posterior.